La floración de la vid en los Viñedos
La floración de la vid comienza a inicios de septiembre, en la primavera, cuando aparecen los embriones de las flores, y culmina en octubre. Las flores son blancas y minúsculas y el clima se convierte en un factor decisivo para su crecimiento. Esta es la época en la que los viticultores están más pendientes del tiempo, temiendo a la lluvia y agradeciendo los días soleados.
Cambios en la Vid durante la Floración
Durante la floración de la vid, caen los gránulos de polen sobre la superficie rugosa del estigma y, gracias al líquido azucarado que este segrega, germinan los óvulos fecundados, crecen y se constituyen los granitos de uva.
Al producto de la fecundación se le suele llamar cuajado, que no es otra cosa que la transformación de la flor en fruto.
Cuidados durante la Floración de los Viñedos
La floración de la vid es uno de los momentos clave en el ciclo de vida de la planta. Es en este momento en el que se va a determinar el volumen de la cosecha y su duración será más o menos larga según el crecimiento de la planta.
Uno de los peligros más acuciantes durante la floración es el corrimiento. Los viticultores llaman corrimiento a una mala fecundación de los racimos, los cuales favorecen la falta de desarrollo e, incluso, la caída de algunas bayas. Las causas pueden ser patológicas, por problemas en la polinización y fecundación, o fisiológicas, provocadas por la irregularidad en la distribución de los azúcares o, incluso, por la carencia de ciertos nutrientes como el hierro o el boro. Además, este fenómeno se puede ver acentuado por las malas condiciones climáticas, que pueden llevar a perder la cosecha entera.
Evitar que esto ocurra es la principal preocupación de los viticultores. Para ello, conviene tener en cuenta varios factores:
– Fertilidad del suelo, es importante que los fertilizantes no tengan exceso de nitrógeno.
– Densidad de plantación adecuada, sin ser excesiva o escasa.
– La climatología, este es el factor más difícil de controlar ya que el exceso de lluvias o heladas tardías pueden echar a perder la cosecha.
Una vez superada la fase de la floración de la vid, llega el momento en el que las flores comienzan a dar frutos. Esto suele darse hacia finales de Octubre, comienzos de Noviembre. Estos frutos se encuentran en una fase muy verde y no será hasta finalizado la Primavera y entrado el Verano cuando cambien de color. Este fenómeno se conoce con el nombre de envero.
La vendimia se encuentra cada vez más cerca, solo falta que las uvas alcancen la maduración justa para ser recogidas.
Floración de la Vid dependiendo del tipo de Uva
No es lo mismo la floración de la vid de un tipo de uva que de otra y los cuidados que necesiten tampoco serán los mismos. Existe una infinidad de tipos de uvas, no todas son buenas para hacer vino y, de las que los son, no todas tienen la misma calidad.
- Tempranillo
Este tipo de uva florece en un clima mediterráneo continental, caracterizado por inviernos largos y veranos cortos, y por la gran amplitud térmica entre el día y la noche. Estas singularidades afectan al ciclo vegetativo de la uva siendo este más corto de lo habitual y dando al fruto el nombre de tempranillo. El brote en este tipo de viñedos se suele dar a comienzos de la primavera. Sin embargo, por crecer estas viñas en un clima de heladas tardías, el riesgo de que la cosecha se vea perjudicada es alto.
- Merlot
Se trata de una uva de gran cuerpo que produce vino de alta calidad. El brote de las yemas de esta uva es bastante temprano y, por tanto, es susceptible de los daños que causan las heladas de la primavera. Si la floración de la vid se produce durante estas heladas, el viñedo producirá pocos frutos y estos acumularán altos niveles de compuestos nitrogenados. Para evitar este riesgo, se recomienda, que la fertilización previa al lloro de la vid sea baja en este compuesto para equilibrar los niveles.
- Cabernet Sauvignon
Esta es una de las variedades de mayor calidad y fama del mundo. Rica en taninos, se cultiva en todas partes, aunque se adapta mejor a climas cálidos, el Cabernet Sauvignon es una cepa de floración tardía.
El suelo en el que mejor crece es seco y de fertilidad moderada. Si bien, al ser una planta bastante vigorosa, hay que tener especial cuidado con las enfermedades criptogámicas.
- Syrah
La uva syrah es una uva de cultivo fácil que requiere de una gran cantidad de sol y de temperaturas altas y, aunque resiste a bastantes enfermedades, su rendimiento es bajo. El racimo es de tamaño medio, ofreciendo uvas pequeñas y de piel espesa.
Su cultivo se puede encontrar principalmente en Tarija y Santa Cruz. El vino que surge de esta uva es de sabor amable, de aroma profundo y de color intenso.
Como ya hemos comentado, son muchos los factores a tener en cuenta a la hora de sacar adelante un viñedo de alta calidad, como la que tienen los viñedos de Bodegas LANDSUÁ. Todo un arte que no está al alcance de todos y que nos permite disfrutar de unos buenos caldos.
La próxima vez que acompañemos una buena cena con un vino de categoría tendremos en cuenta todo el trabajo y el esfuerzo que se esconden tras cada descorchar de botella.
La viticultura es un arte que consiste en dominar el ciclo de la vida de la vid, en conocer los productos que pueden ayudar a conseguir una cosecha con cantidad y calidad adecuada, y en saber cuales son las labores y cuidados necesarios en cada época del año.